DE MAS PARA MEJOR

viernes, 17 de agosto de 2012

LAS IDEAS VALEN 10 CENTAVOS

Sentarse a esperar a que la vida nos mejore, aguardar pacientemente por ese cambio, aceptando con humildad y sobretodo, resignación, no es una característica de unos pocos seres humanos, sino de muchos.

La inmensa mayoría de las personas prefieren vivir precupados por algo que los aqueja, que ocupados en resolverlo. Dedicamos mucho tiempo en lamentarnos, pero nada más.

La sociedad con su desarrollo nos ha convertido en seres dóciles, generalmente adaptables y acostumbrados a aceptarlo todo ya sea bueno o malo, pero  tomamos muy poca acción en aquello que puede cambiar el estado en donde estamos.

Durante siglos los seres humanos hemos sido educados y formados socialmente para aceptarlo todo y nos han invalidado en gran medida para modificar o mejorar aquello que nos afecta. Desde que nacemos recibimos una educación basada en la aceptación de quienes nos guian; primero es la familia; posteriormente, la escuela y al llegar a adultos las personas para las cuales trabajamos. Por eso nos sentimos incapaces de tomar alguna acción inteligente cuando en la relación de pareja algo empieza a ir mal, o cuando necesitamos o creemos  que merecemos un aumento de sueldo no encontramos la fuerza para tratar el tema con nuestros jefes; en ambos casos decidimos quejarnos con la persona más cercana, que reclamar la atención de quien debe escucharnos. Y en no pocas ocasiones hasta usamos esas energías para reaccionar en contra de aquellos que nos estimulan a realizar un cambio. Somos como un autodisciplinado rebaño que marcha y acepta con resignación los contratiempos de la vida, si eso aún nos mantiene dentro del grupo. NO apartarse de lo que hace la mayoría es la premisa principal. Por eso los que intentan cambiar terminan sufriendo el Síndrome del Patico Feo, el resto lo rechaza porque no se parecen a la mayoría.

Si usted es parte de ese rebaño o tiene idea de mejorar su vida y apartarse del grupo, debe considerar actuar y hacerlo con perseverancia, pues siempre existirá alguien que intentará regresarlo, alguien que lo descalificará con muy nobles intenciones, para que usted no lo intente. No existe mayor ofensa para las personas resignadas que otros como ellos se resistan a serlo.

Si tiene una idea, si ha tomado una decisión para mejorar su vida, tome acción y llévelo a la práctica. No tema equivocarse, porque el fracaso lo único que le indicará es que debe perfeccionar en su objetivo. Debe saber que por intentar mejorar su vida ha de pagar un precio, a veces alto, pero siempre será infinitamente más caro, que s idecide no hacer nada y quedarse donde está.








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